lunes, 16 de octubre de 2017

11 Ponencia Educación de genealogía: Su historia y futuro por Brandon L. Baird, M.Ed., AG®

Educación de genealogía: Su historia y futuro
por Brandon L. Baird, M.Ed., AG®
            Siempre hay alguien que está investigando la educación y como uno debe implementarse. En estos estudios, los investigadores siempre empiezan a ver la historia de educación o la parte de educación que están investigando.  Al empezar mi estudio de la educación de genealogía, me di cuenta de que no había mucha información sobre el tema, nadie lo ha investigado.  ¿Por qué no lo han investigado? no sé, sólo sé que es algo que alguien tiene que empezar.
            Hay varios tipos de genealogistas; los que investigan profesionalmente, los que investigan con el fin de publicar (obras genealógicas o históricas), los que investigan de pasatiempo, los que están empezando, etc. No importa que tipo de genealogista se es, todos tuvieron que pasar por el grupo de “los que están empezando.” La diferencia en este grupo es la cantidad de tiempo que se queda en el grupo. Algunos genealogistas no se quedan en el grupo por mucho tiempo mientras algunos están por años (casi sin fin). ¿Cuál es la diferencia entre ellos? Es cómo recibieron instrucción. Cada individuo tiene su manera de aprender, para algunos es por oírlo, otros verlo, y a otros hacerlo. Es imposible hacer que todos aprendan igual. Entonces las preguntas son, ¿qué hemos hecho en el pasado para educar a los genealogistas? ¿Qué estamos haciendo ahora? Y ¿qué podemos hacer en el futuro para ayudar los futuros genealogistas?
¿Qué hemos hecho en el pasado?
            “Aquellos que no estudian su historia están condenados a repetirla.” Este refrán siempre se usa para los historiadores, pero también es importante para los genealogistas. Si no estudiamos ni vemos donde hemos empezado en la educación no vamos a mejorar. La cosa más importante es aprender del pasado y cambiar el futuro. Los cambios van poco a poco pero así se hacen. Para empezar los estudios empezamos de revisar cómo es la tecnología que usaron para presentar una clase, la estructura de una clase, y la duración de una clase. Mucha información la obtuve de dos entrevistas que hice por no estar asistiendo a conferencias ni clases en esa época.
            En los años sesenta había una revolución para las presentaciones, el retroproyector. Este proyector de diapositivas llegó a ser la herramienta más importante para una clase. En estas clases el maestro preparaba las diapositivas, las ponía en el retroproyector, y empezaba a hablar. Tenía una rutina para su clase y la seguía, y a veces tenía un guion para seguir. Si por alguna razón el maestro perdió una diapositiva o se cayeron al suelo, la clase podría ser un fracaso. El maestro tenía que guardar muy bien las diapositivas.
            Ahora, esta invención era muy importante. Le dio oportunidad al maestro para empezar de cambiar su manera de enseñar. Podría escribir encima de las diapositivas para señalar algo importante o mostrar a los alumnos variaciones de letra. Esta fue una buena herramienta que facilitó la manera de enseñar al alumno, pero ¿era suficiente? Primero tenemos que ver lo que sucedió antes del retroproyector.
Antes del retroproyector el maestro en una conferencia o clase se puso de pie y empezó a leer una ponencia o guion. A veces el maestro podría tener una pizarra o caballete con papel grande para escribir.[1] No era mucho, pero la tecnología no había avanzado suficiente para usar otros remedios. En esa época eso era suficiente. Los maestros tenían que estar muy preparados y listos para enseñar a los alumnos.
En ambas épocas durante la clase había mucho tiempo para hablar. Al tener los maestros que hablar mucho sin tener actividades o algo para ayudar a los alumnos a practicar lo que habían aprendido, perdieron muchas oportunidades para que sus alumnos aprendiesen. En estas clases y conferencias es importante también reflejar cuánto tiempo estaban enseñando en una clase. Por lo general las conferencias estaban divididas en secciones que duraron entre una a dos horas. Para mí como alumno, estar en una clase por una a dos horas sin tener un descanso o actividades es difícil. Si es difícil para mí seguro que era difícil para otros.
El pasado nos enseña algo interesante. Nos enseña que debemos de utilizar la tecnología a nuestra disponibilidad lo máximo que podamos. La tecnología es maravillosa, puede ser algo tan simple como un lápiz o más complicado como un portátil. El clave es usar la tecnología.
¿Qué estamos haciendo en el presente?
            En esta sección vamos a ver información sobre lo que está pasando en las conferencias y clases en el presente. Hoy en día tenemos mucho más acceso a registros, tecnología, y enseñanza. Ahora existen recursos que nos permiten ver nueva información y estudiar métodos de enseñanza de otras personas.
            Así es como funcionaron las conferencias y clases a las que he asistido; entré a la clase y el maestro empezó a dar una presentación usando PowerPoint. Esta tecnología es muy poderosa, donde uno puede hacer presentaciones increíbles, llena de herramientas para ayudar a un maestro a enseñar mejor a los alumnos. Pero el maestro no solo empezó a usar PowerPoint, empezó a hablar ¿Cómo estaba usando el guion? Leyendo la información de las notas o desde la pantalla, palabra por palabra. El maestro no utilizo el  PowerPoint a toda su capacidad. Básicamente esto es igual a lo que estaba sucediendo antes con el retroproyector.
            Hay otras tipas de clases que se están utilizando para ayudar llevar la enseñanza a más alumnos que los que están en el salón de clase. Algunas maneras son hacer seminarios en línea, cursos abiertos en línea tales como Massive Open Online Courses (MOOCs), videos de Facebook Live o en Youtube, crear blogs, y más. Las clases en este formato también son muy similares de una clase tradicional. Para los alumnos puede ser difícil si no entienden bien la tecnología o no tienen acceso a ella.
            Otra tipa de clase son los talleres. Por lo general estas clases cuestan más tiempo en preparar y dan oportunidad a los alumnos de poner en práctica la información que han aprendido. En los talleres a los que he asistido, la práctica ha sido difícil de realizar. Una razón es no tener suficientes ayudantes que conocen sobre el tema. A veces el problema es que el maestro quiere presentar demasiada información en la clase.  
            La cantidad de información en las clases también es un problema que los maestros tienen. Como genealogistas, conocemos mucho sobre un tema y queremos compartirlo con todos.  Esto nos hace poner demasiada información dentro de una clase para cubrir todo, hago la pregunta ¿Por qué no podemos hacer más clases que contengan menos información?
            Parte del problema es que muchos genealogistas, aunque sean buenos en investigar no son tan buenos en enseñar. ¿Por qué no enseñamos a los genealogistas cómo enseñar mejor? Al enseñar menos información en cada clase, no tendrá que hablar tanto y dará más oportunidad de contestar las preguntas de los alumnos, si un alumno es escuchado aprenderá mejor.
            Otra cosa que tenemos que hacer es aprender de la tecnología. Debemos conocer nuestro medio de presentación muy bien y no tener miedo de aprender nuevas funciones. Tenemos que ser aprendices de la tecnología no solamente de la genealogía. Curtis J. Bonk dijo, “Cada aprendiz del Internet quiere recibir los cursos al entrar que son relevantes o significativos a si mismo…No hay un único medio que ha transformado la educación. Ni solo una tecnología. Al contrario, hoy tenemos por lo menos diez tipos de tecnología para el aprendizaje y la educación, que…ofrecen interesantes posibilidades para transformar los sectores educativos y entornos. El Internet es clave para esta transformación.”[2] Si queremos cambiar la manera de enseñar tenemos que usar no solamente una tecnología, pero muchas. Si estudiamos como nuestros alumnos podemos seguir mejorando la enseñanza por ellos. No queremos aburrir a nuestros alumnos sino queremos que estén interesados, activos, y listos para seguir aprendiendo.
¿Qué puede suceder en el futuro?
            Parte de ser maestro es innovar y cambiar para el futuro. Tengo algunas ideas de lo que podemos hacer para empezar traer la educación de la genealogía al siglo XXI. Primero debemos cambiar nuestro contenido. Lo que estamos enseñando es bueno, pero debemos de tomarlo y hablar más directo en las clases. Si seguimos dando cada detalle de la historia de un tema vamos a aburrir a los estudiantes. Un ejemplo, puede ser del registro civil. En clases que enseñe anteriormente, he dado demasiado énfasis de la historia del registro civil en vez de dar más énfasis de cómo usarlo y encontrarlo. Cómo maestro en esta instancia había fallado yo por no poner claros mis objetivos y enseñar a mis estudiantes.
            ¿Qué tal si en vez de enseñar en una hora, usáramos menos tiempo para enseñar menos materia y usar el resto de la clase para practicar lo que se enseñaron? Otra cosa es dividir la clase en fracciones y enseñar las fracciones en una manera para dar las clases en secciones más fáciles de aprender. También con estas secciones se puede dar oportunidad para hacer preguntas. Esto ayudará mucho en dejar que los alumnos se queden enfocados en el tema.
            Algo más que he usado es poner evaluaciones dentro de la clase. La clase que enseñé se trataba de paleografía de español. En la clase les di una evaluación de reconocer palabras y letras. Tomaron la evaluación al principio de la clase, les enseñé sobre como se forman las letras y después tomaron la misma evaluación. Después de hacerla, revisamos las respuestas y porque eran así. Con esta simple evaluación agregada a la clase, los alumnos aprendieron más y se sintieron más cómodos al leer los registros en español.
            Otra cosa que podemos hacer es agregar encuestas a las clases. De a los alumnos la oportunidad de analizar la información dentro de la clase y dar su opinión en un formato de encuesta. O quizás podría crear una clase que enseñe la metodología de la investigación y darles maneras de escoger su propio camino de la investigación. Enseñando por qué una manera es más fácil que otra. En la misma clase dándoles oportunidades de fallar en la investigación y ser estancados.
Hay tecnología disponible que maestros pueden utilizar con los alumnos que tengan celulares, iPad, o algo similar. Los alumnos pueden conectarse a través de sus dispositivos móviles para contestar preguntas, dar ejemplos, o quizás dibujar algo al maestro. Puede ser útil en clases de paleografía o cuando uno quiere que un alumno indica dónde se encuentra una parte de algún registro.
Algo que ha demostrado éxito es tener un mentor que puede trabajar uno a uno. Bonk dice que “en una década cada aprendiz en este planeta tendrá un aprendiz de compañero o un grupo de aprendices de compañeros en otra parte del planeta. Los aprendices tendrán una voz para escoger su compañero con quien puede compartir el viaje educacional…nos dará oportunidades para reformular el qué y cómo pensamos con otros que viven miles de millas lejanos y que comparten ideas similares.”[3] Con esta idea no solo tendremos alumnos en cada rincón de la tierra, sino que ellos tendrán amigos y compañeros de estudios también. Esto no solo cambiará la manera de transmitir información sino también como la compartimos. Ahora se pueden ver los inicios de este fenómeno. Les dará más oportunidades para aprender si lo usamos bien. ¿Cómo podemos usar estas conexiones para mejorar nuestra enseñanza?
Conclusión
            Cómo maestro siempre estoy intentando mejorar mi manera de enseñar. Siempre hay mejores maneras. Tenemos que tocar los corazones de nuestros alumnos para que tomen la visión de la genealogía. Todos queremos tener a alguien quien puede seguir nuestros pasos. Muchas personas interesadas en la genealogía son de una edad más avanzada, si cambiamos nuestra manera de enseñar puede ser que traeremos más jóvenes interesados en la genealogía quienes pueden empezar de tocar el corazón de otros, haciendo una rueda sin fin. 





[1] Joe Everett, MLS (bibliotecario en FamilySearch), entrevistado por Brandon Baird, Salt Lake City, Utah 30 de agosto de 2017.
[2] Curtis J. Bonk, The World Is Open: How Web Technology Is Revolutionizing Education (San Francisco, CA, 2009), 382; traducido por el autor.
[3] Bonk, The World Is Open: How Web Technology Is Revolutionizing Education, 365-6; traducido por el autor.

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